el escritor chino Mo Yan (Gaomi 1955) ha recibido el Nobel de Literatura 2012. Es el primer Nobel que satisface plenamente al régimen de Pekín, tras sus protestas a raíz de los otorgados al Dalai Lama (Nobel de la Paz) en 1989, al escritor nacionalizado francés Gao Xingjian (Nobel de Literatura) en 2000 y al también escritor disidente Liu Xiaobo (Nobel de la Paz) en 2010.
Cuando tenía 18 años de edad empezó a trabajar en una fábrica. La mitad del tiempo era obrero, y la otra, campesino. En 1976 entró en el Ejército.
Con
la consolidación de Deng Xiaoping en el poder, en 1979, el Gobierno
relajó los controles sobre la creación literaria y comenzaron a surgir
las primeras obras sobre las pesadillas de la Revolución Cultural.
Fue
la llamada "literatura de los heridos". La escritura floreció en esos
años, dando cabida a un amplio espectro de temas sociales, que incluían
desde la corrupción oficial a cuestiones feministas. En 1981 Mo Yan
publicó su primera novela, Lluvia en una noche de primavera.
"Pero
no era fácil. Los oficiales en el cuartel me criticaban porque escribía
en lugar de hacer mi trabajo. Así que en 1984 entré en la Escuela de
Arte y Literatura del Ejército", indicó. Así pudo vivir de la
literatura.
El rábano transparente fue su primer libro de éxito, y el segundo, Sorgo rojo. Este último le permitió consolidar su posición como autor. En 1996 publicó Grandes pechos, amplias caderas,
en el que relata desde los últimos tiempos de la dinastía Qing
(1644-1911) hasta la época posmaoísta a través de la historia de una
mujer que tiene ocho niñas antes de lograr el deseado varón, todos fuera
del matrimonio. Una obra monumental, brutal y realista, en la que
enaltece la abnegación y la fuerza de la mujer, pero que fue prohibida
en China por dos razones, según su autor: porque se separó de la
doctrina oficial sobre el Partido Comunista y porque describió de forma
atrevida el cuerpo humano.
"Aún hay cosas que no se pueden
plasmar de forma directa, pero la situación es mucho mejor que en el
pasado. Un buen escritor sabe encontrar la mejor manera para contar lo
que quiere decir", dijo el autor chino al preguntarle si sus
compatriotas pueden escribir hoy lo que quieran.
Para Mo Yan, hacerse escritor "fue una idea sencilla", pues quería
cambiar de forma de vida porque no tenía futuro en el Ejército. "Y yo
tenía tantas cosas que contar... Hay que imaginar a una persona forzada a
no hablar durante 20 años, que de repente puede contar todo lo que ha
visto y experimentado. Éste es el poder detrás de mi escritura",
expresó.
Mo Yan asegura que Gabriel García Márquez influenció en
su obra. "El realismo mágico activó mis experiencias acumuladas en el
pasado. Había muchas similitudes entre la vida en mi pueblo y la de sus
libros. En mi pueblo no había luces por la noche y cuando abrías la
ventana podías ver las hogueras brillando en el campo en la oscuridad.
Mis recuerdos de infancia están plagados de fantasmas. Me di cuenta de
que no debía copiar el estilo de García Márquez. Lo más importante que
aprendí de él fue su espíritu innovador".
"Pero mi realismo habla de
la gente normal".
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